El queso Casín se elabora con leche entera y cruda de vacas de las razas Asturiana de la Montaña (también llamada vaca Casina), Asturiana de los Valles, Frisona y sus cruces.

La coagulación del Casín es enzimática, empleando en ella fermentos y cloruro cálcico. La temperatura de la cuba en la que se realiza este proceso oscila entre los 30 y 35 ºC, y dura aproximadamente unos 45 minutos.

 

La cuajada se deja escurrir en paños (‘fardelas’) o escurridores varias horas. Después, en la sala de oreo, las cuajadas permanecen sobre paños durante 3 o más días, volteándose diariamente hasta que se completa el desuerado, al tiempo que se produce la fermentación láctica.

Una de las peculiaridades del queso Casín es que se rabila, es decir, se amasa siguiendo la tradición de la zona. Este proceso se lleva a cabo gracias a la ‘máquina de rabilar’ que consta de dos rodillos que giran en direcciones contrarias. Una vez amasado, se le da forma de pirámide truncada (‘gorollos’). A mayor número derabiladas‘, el queso será más fino y homogéneo, curará mejor y tendrá un sabor más fuerte.

Una vez que los ‘gorollos’ han pasado un período de entre 5 días a dos semanas oreándose, se procede a darle a la masa la forma definitiva. Este proceso finaliza cuando se marca la cara superior del queso con los sellos tradicionales y únicos de cada quesería. Antiguamente, esto se hacía así para poder distinguir los quesos de las diferentes casas que se estaban ‘curando’ en los hórreos compartidos.

Finalmente el queso se envasa para su venta y distribución, añadiendo la contraetiqueta numerada que confirma su pertenencia a la Denominación de Origen Protegida Queso Casín. Además, el queso Casín forma parte de la gran familia de los Alimentos del Paraíso Natural, un extraordinario valor añadido para el queso, ya que esta marca de referencia en Asturias garantiza la calidad y exclusividad de nuestros productos.

El queso Casín se elabora con leche entera y cruda de vacas de las razas Asturiana de la Montaña (también llamada vaca Casina), Asturiana de los Valles, Frisona y sus cruces.

La coagulación del Casín es enzimática, empleando en ella fermentos y cloruro cálcico. La temperatura de la cuba en la que se realiza este proceso oscila entre los 30 y 35 ºC, y dura aproximadamente unos 45 minutos.

La cuajada se deja escurrir en paños (‘fardelas’) o escurridores varias horas. Después, en la sala de oreo, las cuajadas permanecen sobre paños durante 3 o más días, volteándose diariamente hasta que se completa el desuerado, al tiempo que se produce la fermentación láctica.

Una de las peculiaridades del queso Casín es que se rabila, es decir, se amasa siguiendo la tradición de la zona. Este proceso se lleva a cabo gracias a la ‘máquina de rabilar’ que consta de dos rodillos que giran en direcciones contrarias. Una vez amasado, se le da forma de pirámide truncada (‘gorollos’). A mayor número derabiladas‘, el queso será más fino y homogéneo, curará mejor y tendrá un sabor más fuerte.

Una vez que los ‘gorollos’ han pasado un período de entre 5 días a dos semanas oreándose, se procede a darle a la masa la forma definitiva. Este proceso finaliza cuando se marca la cara superior del queso con los sellos tradicionales y únicos de cada quesería. Antiguamente, esto se hacía así para poder distinguir los quesos de las diferentes casas que se estaban ‘curando’ en los hórreos compartidos.

Finalmente el queso se envasa para su venta y distribución, añadiendo la contraetiqueta numerada que confirma su pertenencia a la Denominación de Origen Protegida Queso Casín. Además, el queso Casín forma parte de la gran familia de los Alimentos del Paraíso Natural, un extraordinario valor añadido para el queso, ya que esta marca de referencia en Asturias garantiza la calidad y exclusividad de nuestros productos.